Juan Marcos acompañó a Bernabé y Saúl en un misión para ayudar a los cristianos que estaban muriendo de hambre en Judea (Hch 12:25). Luego, Juan Marcos acompañó a Bernabé y Saúl en la primera misión evangelizadora de la Iglesia (Hch 13:5). Sin embargo, Juan Marcos abandonó la misión (Hch 13:13).

Hay una gran diferencia entre una misión de ayuda y una misión evangelizadora. Muchos de nosotros hemos hecho una misión de ayuda. Hemos dado nuestro tiempo, energía, y dinero para ayudar a los pobres, los que sufren, y a las víctimas de tragedias. Sin embargo, solamente unas pocas personas han hecho una misión evangelizadora. Las misiones de ayuda son muy importantes y pueden ser necesarias para salvar vidas. No obstante, las misiones evangelizadoras son de importancia suprema y son necesarias para la vida eterna. Usualmente, necesitamos un amor más fuerte para ir a una misión evangelizadora que para una misión de ayuda. A menudo peleamos una batalla espiritual mucho más severa en una misión evangelizadora que en cualquier otra actividad.

Podemos criticar a Juan Marcos por abandonar la primera misión evangelizadora, sin embargo, nosotros nunca hemos renunciado porque nunca hemos empezado. Y si hemos renunciado, debemos seguir los pasos de Marcos, arrepentirnos, y continuar con la misión. "Ustedes serán felices si, sabiendo estas cosas, las practican" (Jn 13:17).

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 28 de deciembre de 2016.

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