"Los presentaron a los Apóstoles" (Hechos 6:6).

¿Notas que los líderes de la Iglesia primitiva ponen la responsabilidad de encontrar diáconos en la "comunidad de los discípulos"? (Hch 6:2) ¡Esos somos nosotros! Debemos de estar siempre en la búsqueda de aquellos que puedan ser buenos líderes en la Iglesia. Esto era nuevo para los primeros cristianos. Los sacerdotes judíos y los levitas habían nacido en sus posiciones. Los apóstoles fueron llamados y escogidos por el mismo Jesús. La Iglesia primitiva, sin embargo, llamó a los laicos a levantar a los futuros líderes de "entre sus propios grupos" (Hch 6:3).

Nuestros sacerdotes y obispos de hoy, no pueden conocer a cada persona que pueda tener el llamado a la vida religiosa u otras formas de liderazgo en la Iglesia. Ellos dependen de que cada uno de nosotros hagamos nuestra parte en la edificación de la Iglesia. Lo podemos hacer, haciendo esto:

• pedir a Dios que nos revele a esos hombres y mujeres "espirituales y prudentes",

• indicar a estas personas sus "dones",

• animar frecuentemente (Heb 10:25) y orar por ellos,

• disciplinarles para que sean más "espirituales y prudentes",

• presentar estas personas a los líderes de la Iglesia y presentarlos a los directores de vocaciones, pagarles los gastos de retiro y

• hacer discípulos (Mt 28:19) teniendo tantos hijos como Dios nos dice y elevándolos en la fe.

Los líderes de la Iglesia dependen de ti. "Mira a tu alrededor" (Hch 6:3).

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 28 de deciembre de 2016.

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