ver como dios ve (ver num 24:4)
"El lobo habitará con el cordero..." (Isaías 11:6).
La mitad de los animales mencionados en la primera lectura eucarística de hoy son depredadores: el lobo, el leopardo, el león, el oso, la cobra y la serpiente. La otra mitad mencionada es presa: cordero, cabrito, ternero, vaca y un bebé. La naturaleza y el instinto de un depredador es comer la presa. Un depredador necesitaría una naturaleza enteramente nueva para resistir comer la presa tan a la mano. En el monte santo de Dios, en Su reino, un nuevo orden está en su lugar. "No se hará daño ni estragos en toda mi Montaña santa" (Is 11:9).
Dios nos dio esta nueva naturaleza en el día de nuestro Bautismo. Si le pedimos, Dios nos dará ojos para contemplar esta nueva naturaleza. No veremos criminales; en cambio, en Jesús veremos un potencial "buen ladrón" (Lc 23, 39-43). Los "sabios e inteligentes" ven a los depredadores y asumen que se comerán la presa (Mt 11:25). El que es como niño ve como Dios ve (Num 24:4, Mt 11:25) y con sus ojos espirituales puede ver fieros depredadores que actúan con nuevas naturalezas felices en Cristo, comiendo "paja como el buey" (Is 11:7) en lugar de comer la presa. Los que son como niños son capaces de ver a los feroces opositores del Señor potencialmente deseando la unidad y la vida y por lo tanto pueden tratarlos con amor inocente en lugar de con el miedo y la indiferencia. La mirada "sabia" al exterior; la mirada infantil al corazón como lo hace Jesús (ver 1 Sm 16:7).
Mientras tanto, vivimos en un mundo depredador gobernado, al parecer, por la naturaleza de la carne. Aunque vivimos en el mundo, somos llamados a no ser del mundo (Jn 15:19). No evaluamos las situaciones con los ojos del mundo sino espiritualmente (1 Co 2:12ss). Benditos son los ojos que ven lo que vemos (Lc 10:23), es decir, lo que el Todopoderoso ve (Num 24:4).
Oración: Padre, dame la mente de Cristo (1 Co 2:16).
Promesa: "El conocimiento del Señor llenará la tierra, como las aguas cubren el mar" (Is 11:9).
Alabanza: Jesús sanó a María de su problema de los senos.
Referencia: (Esta enseñanza fue presentada por un miembro del equipo editorial).
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 25 de julio de 2017.
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