El bautismo perdona y borra nuestros pecados (Catecismo 403, 405). Jesús nunca pecó. Entonces ¿por qué se bautizó? "El bautismo de Jesús es, por su parte, la aceptación y la inauguración de su misión de Siervo doliente. Se deja contar entre los pecadores" (Catecismo, 536). Además, el Padre reafirmó Su relación filial con Jesús, lo cual fue transcendental, pues Satanás estaba atacando Su estatus como Hijo de Dios (Mt 4:3ss).

Al aceptar el bautismo, "(Jesús) anticipa ya el "bautismo" de su muerte sangrienta. Viene ya a "cumplir toda justicia" (Mt 3, 15), es decir, se somete enteramente a la voluntad de su Padre: por amor acepta el bautismo de muerte para la remisión de nuestros pecados" (Catecismo, 536). Esta entrega deleita al Padre, quien proclama a Jesús como Su hijo amado (Mt 3:17).

Dios "ungió a Jesús de Nazaret con el Espíritu Santo, llenándolo de poder" cuando fue bautizado por Juan (ver Hch 10:37-38). De igual forma, nosotros también fuimos ungidos. Seamos agradecidos con nuestra propia vocación bautismal, la cual nos convierte en cristianos, hermanos y hermanas de Jesús, hijos e hijas del Dios Altísimo, perdonados de todo pecado; y sacerdotes, profetas y reyes en virtud de nuestro bautismo (ver Catecismo, 1546).

Cada día, entierra tu naturaleza pecaminosa vieja y vive tu nueva naturaleza resucitada en Cristo. Vive día a día tu bautismo.