La mayoría de la gente deja las cosas para el último minuto, inclusive en Navidad. Jesús, la Razón para la época, desea entrar en nuestras vidas y ser nuestro Seňor, pero lo dejamos fuera. A partir de hoy se inician los últimos tres días de la temporada de Navidad. Jesús llega con fuerza. Es lamentable que hayamos esperado hasta el último minuto, desperdiciando nuestra Navidad y perdiendo nuestra relación con Cristo. Con todo, debido a que Él es rico en misericordia, Él ha guardado lo mejor para el último momento (Jn 2:10).

Debemos abrir nuestros corazones y orar por nosotros y por otros hermanos para que la vida y el poder nos sean otorgados a pesar de ser pecadores (1 Jn 5:16). Apenas ha iniciado el 2017 y ya estamos agotando el nuevo vino del Espíritu (Jn 2:3). Debemos hacer lo que Jesús nos dice (Jn 2:5) para que Él pueda transformar nuestras debilidades en Su gloria y poder (2 Co 12:9). Entonces, podremos transformar este mundo para Jesús durante el 2017.

"Sabemos que somos de Dios, y que el mundo entero está bajo el poder del Maligno" (1 Jn 5:19). Pero hay Uno Más Grande en nosotros "que el que está en el mundo" (1 Jn 4:4). Tenemos "poder de expulsar a los espíritus impuros y de curar cualquier enfermedad o dolencia" (Mt 10:1). Podemos atacar las puertas del infierno y el diablo no puede hacer nada al respecto (Mt 16:18). Satanás y todas sus huestes tiemblan ante el Pueblo de Dios pues desmantelamos las fortalezas del maligno (2 Co 10:4). ¡A la batalla, Pueblo de Dios! 2017 es el año de la Gracia, el año de la victoria. ¡Aleluya!