En los EE.UU., en pocos días será el cuadragésimo cuarto aniversario de la legalización del aborto por el Tribunal Supremo. Esta decisión legalizó millones de asesinatos en serie. Esto fue un gigantesco paso hacia atrás en la cultura de la muerte. Es una capitulación ante Hitler y el Tercer Reich. Visto militarmente, Hitler perdió la Segunda Guerra Mundial; pero sus ideas diabólicas reinan hoy en nuestra cultura de la muerte.

Sin embargo, hay esperanza, porque hay un Jesús. Jesús, el Camino, la Verdad y la Vida (Jn 14:6) ya ha conquistado la muerte. Debemos comprometernos con la "Nueva Alianza" de Jesús (ver Heb 8:8; Jer 31: 31ss). Tenemos que vivir nuestros bautismos como miembros plenamente activos del cuerpo de Cristo, la Iglesia. Somos miembros de la Iglesia que nos ha dado el "poder de expulsar a los demonios" y enviarnos "a predicar con el poder" de Jesús (Mc 3:14-15). Por obediencia hacia el Señor - especialmente por Su llamada a orar y ayunar (Mt 17:21) - expulsaremos los demonios del aborto y desplazaremos a nuestra cultura de la muerte con una civilización de Amor y Vida. Hay esperanza en Jesús, y solo en Jesús.