¿me amas?
"¿Cuál de los tres te parece que se portó como prójimo del hombre asaltado por los ladrones? (Lucas 10:36).
La vida no es solo una cuestión de amar a Dios, sino de amar al Señor nuestro Dios con todo nuestro corazón, toda nuestra alma, toda nuestra fuerza y toda nuestra mente (Lc 10:27).
¿Cómo sabemos si estamos amando a Dios con todo nuestro ser? Un buen indicador es si estamos amando a nuestro prójimo como a nosotros mismos (Lc 10:27). "¿Cómo puede amar a Dios, a quien no ve, el que no ama a su hermano, a quien ve?" (1 Jn 4:20)
¿Cómo sabemos si amamos a nuestros vecinos? Amamos a nuestros vecinos si estamos dispuestos a dar a manos llenas, servicio sacrificado para ellos, como lo hizo el buen samaritano (Lc 10:33-35). Amamos a nuestros vecinos si estamos dispuestos a dar la vida por ellos (1 Jn 3:16), aunque sean nuestros enemigos (ver Rom 5:8). Amamos a nuestros vecinos si amamos como ama Jesús crucificado. En consecuencia, amamos a nuestros vecinos por la gracia, no por ningún poder nuestro.
Si amas como Jesús ama, amas a tu prójimo y amas a Dios con todo tu corazón. Vive una vida de amor en Jesús.
Oración: Padre, que mi amor signifique más que amarme a mí mismo.
Promesa: Cristo "es la Imagen del Dios invisible, el Primogénito de toda la creación, porque en Él fueron creadas todas las cosas, tanto en el cielo como en la tierra los seres visibles y los invisibles, Tronos, Dominaciones, Principados y Potestades: todo fue creado por medio de Él y para Él" (Col 1:15-16).
Alabanza: "Alábenlo con platillos sonoros, alábenlo con platillos vibrantes, ¡Que todos los seres vivientes alaben al Señor! ¡Aleluya!" (Sal 150:5-6)
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 18 de febrero de 2016.
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