Jesús ha decidido darles a Pedro y a sus sucesores "las llaves del Reino de los Cielos". Las llaves son un símbolo de autoridad. Por lo tanto, El Señor les ha dado autoridad a Pedro y a todos los papas para que sean cabeza de la Iglesia universal. Esta autoridad para atar y desatar (ver Mt 16:19) se limita a las áreas de la fe y la moral. De hecho, el Papa como cabeza de la Iglesia, tiene autoridad infalible en materia de fe y moral. Esto hace que la Iglesia sea la "columna y fundamento de la verdad" (1 Tim 3:15). De esta manera, Jesús cumple la promesa de que Él enviará el Espíritu Santo para guiarnos a toda la verdad (Jn 16:13).

A lo largo de los tiempos, siempre ha habido críticos y enemigos de la Iglesia que han buscado contradicciones en las enseñanzas de la Iglesia sobre la fe y la moral. Han podido exponer a pastores pecaminosos e incompetentes de la Iglesia, quienes cometieron terribles errores en su vida personal y en su ministerio pastoral. Sin embargo, los críticos de la Iglesia nunca han sido capaces de mostrar contradicciones en las enseñanzas de la Iglesia, las cuales probarían su falibilidad en materias de fe y moral. Irónicamente, los enemigos de la Iglesia han logrado precisamente lo contrario de lo que habían previsto. Han demostrado aun más el hecho de que, al dar las llaves del reino a Pedro, Jesús fundó una Iglesia autoritaria e infalible, guiada por papas infalibles en materias de fe y moral.

Por lo tanto, ama la Iglesia (Ef 5:25), y ten amor para someterte a su autoridad.

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 18 de febrero de 2016.

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