oh, ven, oh, ven - a la cruz
"Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré. Carguen sobre ustedes mi yugo" (Mateo 11:28-29).
En dieciocho días, estaremos cantando "Oh vengan, todos vosotros los fieles". Cuando venimos a Jesús con todo nuestro cansancio y cargas, Él nos dará descanso, primero nos aliviará y luego nos volverá a cargar con su yugo, la cruz. Cuando nos damos cuenta de que Jesús está a punto de poner el peso de la cruz en nuestras vidas, tenemos miedo y sentimos ganas de salir corriendo. Sin embargo, si tenemos "fe comple-ta", estamos llenos de fe, confiamos en Jesús y tomamos la cruz (ver Lc 9:23). Vamos a ser sorprendidos de que el peso de la cruz es mucho más liviana (ver Mt 11:30), aunque es el peso más pesado posible. Entonces, nos damos cuenta de que Jesús ha soportado el peso de la cruz, y tenemos solo una pequeña parte de sus padecimientos.
Así al llenar en nuestros cuerpos lo que falta en los padecimientos de Cristo (Col 1:24), estamos llenos de fe aún mayor. Entonces, se cumple la profecía de Isaías: "Los que esperan en el Señor renuevan sus fuerzas, despliegan alas como las águilas; corren y no se agotan, avanzan y no se fatigan " (Is 40:31).
Cargas + fe en Jesús + la cruz = descanso + mayor fe en Jesús + fuerza sobrenatural. "Oh vengan, todos vosotros los fieles".
Oración: Padre, decido crucificar mi carne para ser llenado con el Espíritu (Gal 6:14).
Promesa: "¿No lo sabes acaso? ¿Nunca lo has escuchado? El Señor es un Dios eterno, Él crea los confines de la tierra: no se fatiga ni se agota, su inteligencia es inescrutable. Él fortalece al que está fatigado y acrecienta la fuerza del que no tiene vigor" (Is 40:28-29).
Alabanza: San Ambrosio enseñó, fue pastor y dio a los pobres, mientras defendía la fe. En referencia a la Escritura, san Ambrosio escribió: "El que está lleno, refresca a los demás".