un adviento en el espíritu santo
"Sobre él reposará el Espíritu del Señor" (Isaías 11:2).
Imagínate un mundo sin violencia, ni injusticia o tragedia, ni daño o ruina (Is 11:9). Imagínate un mundo donde todos conocen al Señor profundamente y viven y aman en consecuencia (ver Is 11:9). Ese es el tipo de mundo que el Espíritu Santo está creando en este mismo momento (Sal 104:30).
Apártate de la "cultura de la muerte" (Papa san Juan Pablo II). Sé parte de la "nueva civilización de amor" (Beato Papa Pablo VI). Renueva tú bautismo y confirmación. Quédate inmerso en el Espíritu Santo y su fuego (Mt 3:11) Que el Espíritu del Señor se repose en ti: "un espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de fortaleza, espíritu de ciencia y de temor al Señor" (Is 11:2).
Por lo tanto, recibe al Espíritu Santo como nunca antes. Recibe un nuevo y máximo Pentecostés. Recibe el único y verdadero Espíritu de la Navidad: el Espíritu Santo. En este Adviento, entra en la habitación superior y permanece allí hasta que te sumerjas en el Espíritu Santo y su fuego (véase Hch 1:13). ¡Ven, Espíritu Santo!
Oración: "Que el Dios de la constancia y del consuelo les conceda tener los mismos sentimientos unos hacia otros, a ejemplo de Cristo Jesús, para que con un solo corazón y una sola voz, glorifiquen a Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo" (Rom 15:5-6).
Promesa: "Que en Sus días florezca la justicia y abunde la paz" (Sal 72:7).
Alabanza: ¡Aleluya! ¡Alaba a Jesús resucitado, Quien nos bautiza en el Espíritu Santo!