lo que tenemos que saber sobre el final
"El que trate de salvar su vida, la perderá; y el que la pierda, la conservará" (Lucas 17:33).
Como estamos acercándonos al fin del año litúrgico, la Iglesia proclama la revelación de Jesús sobre el fin del mundo. Jesús revela mucho sobre el fin del mundo porque necesitamos saber de esto. Jesús no revela trivialidades sino lo que es esencial.
Necesitamos saber que algunas personas tendrán prosperidad cuando termine el mundo. El pueblo estará comiendo y bebiendo, casándose, haciendo negocios, construyendo, y sembrando (Lc 17:27-28). Entonces, el mundo terminará con fuego (2 Pe 3:7, 10, 12). Necesitamos saber esto porque si no, estamos ciegos espiritualmente y corruptos por la prosperidad.
También necesitamos saber que el mundo terminará repentinamente. No quedará tiempo para ir al primer piso, ir a casa, o arrepentirse (Lc 17:31). Si no estamos listos, no vamos a poder prepararnos tampoco.
También tenemos que saber que cuando termine el mundo, no todos tendrán prosperidad. Muchos estarán sufriendo "hambre y terremotos" (Mt 24:7), mientras que otros estarán disfrutando la vida y mirando las noticias de estos desastres por la televisión, antes de cambiar el canal para ver algo más entretenido.
Los tiempos actuales se parecen mucho al fin del mundo. ¡Arrepiéntanse! El reino de Dios y el Rey del reino está cerca – incluso a la puerta (Mc 1:15; Stg 5:9).
Oración: Padre, conforme se acerca el final del Año de la Misericordia, haz lo que quieras con este mundo y mi vida.
Promesa: "Me he alegrado muchísimo al encontrar a algunos hijos tuyos que viven en la verdad, según el mandamiento que hemos recibido del Padre" (2 Jn 4).
Alabanza: San Martín pidió ser cristiano a los diez años.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 28 de junio de 2016.
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