la presencia navideña
"Nosotros permanecemos en el que es Verdadero, en Su Hijo Jesucristo. Él es el Dios verdadero y la Vida eterna (1 Juan 5:20).
En este penúltimo día de la temporada navideña, es bueno preguntarse: "¿Hemos pasado una buena temporada navideña, un buen año y un buen siglo?" El que sea bueno no depende que nosotros hayamos logrado lo que queríamos sino que Dios haya logrado lo Suyo, y si hacemos la voluntad de Dios depende de nuestro amor hacia Dios. Más aún, para amar a Dios debemos conocerlo, especialmente Su muerte salvadora y Su gloriosa resurrección.
Para conocer a Dios y por lo tanto estar en posición de amarlo y hacer Su voluntad, también debemos estar cada vez más conscientes de la presencia de Dios y de Su morar en nosotros y de nuestro morar en él. Como nos han enseñado muchos de los santos, debemos practicar el ser conscientes de la presencia de Dios, de nuestro morar en Él y de Su morar en nosotros. Viviendo en Su presencia y en él, lo amaremos, haremos Su voluntad y tendremos una buena Navidad, buen año, buen milenio, buen día y buena vida.
Dios es. Dios está con nosotros (Mt 1:23). Está en nosotros que hemos sido bautizados en Él (Rom 6:3). Conócelo en Su presencia y ámalo. Haz su voluntad. ¡Ten un buen día!
Oración: Abba, Tú eres amor. Yo vivo en Ti y Tú en mí (1 Jn4:16).
Promesa: "El amigo del esposo, que está allí y lo escucha, se llena de alegría al oír su voz. Por eso mi gozo es ahora perfecto. Es necesario que Él crezca y que yo disminuya" (Jn 3:29-30).
Alabanza: Jorge dejó de ver fútbol por televisión y en su lugar pasa ese tiempo con su esposa e hijos. Ahora ellos rezan juntos a diario.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 24 de augusto de 2015.
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