mantén viva la llama de tu amor
"Las necias dijeron a las prudentes: "¿Podrían darnos un poco de aceite, porque nuestras lámparas se apagan?" Pero estas les respondieron: 'No' "(Mateo 25:8-9).
Algunas cosas no se pueden compartir, no importa lo mucho que queramos compartirlas. Si un hombre se ejercita durante años para alcanzar una condición física óptima, no puede traspasar su fuerza y resistencia a otra persona que lo solicite. Podrá compartir su plan dietético y régimen de ejercicio con otros, pero jamás podrá regalar su disciplina y compromiso de ponerse en forma. Una óptima condición física sólo puede lograrse con la disciplina, tiempo y esfuerzo propios.
Jesús se refiere a esta situación en la parábola de las diez vírgenes. Las vírgenes sabias utilizan su tiempo para crecer en la fe y desarrollar sus dones espirituales. Ellas fueron "las lámparas que arden y resplandecen" (Jn 5:35). Las necias despilfarraron su tiempo y no maduraron lo suficiente para mantener su llama de la fe encendida.
Tú debes desarrollar tu propia relación con Jesús. Debes cultivarla a través de un tiempo dedicado a la oración, estudio de la Biblia, asistencia frecuente a Misa, etc. Si no has desarrollado una relación con Jesús, empieza hoy. "Éste es el tiempo favorable" (2 Co 6:2). Jesús no rechaza a nadie que venga a él (Jn 6:37). Él puede llevarte muy lejos espiritualmente en poco tiempo si eres sincero en la búsqueda (ver Jn 6:21; Lc 19:1-10; 23:40-43). Empero, Dios prefiere trabajar contigo a diario (ver Hch 17:11; Mt 6:11; Ex 16:4). Busca todos los días a Jesús con sinceridad de corazón. Él te dará una fe tan sólida que no se apagará.
Oración: Padre, tú eres el Dios que responde enviándome fuego (1 Re 18:24). Envía tu Espíritu Santo para mantenerme ardiendo por Ti a diario.
Promesa: "La voluntad de Dios es que sean santos" (1 Tes 4:3).
Alabanza: San Agustín predicó vigorosamente y escribió contra los errores que casi le habían llevado al infierno.
Referencia: (Esta enseñanza fue presentada por un miembro del equipo editorial).
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 14 de abril de 2015
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