¡ven, espíritu de amor crucificado!
"Éste es mi mandamiento: Ámense los unos a los otros como yo los he amado" (Juan 15:12).
¡Jesús nos manda no sólo amarnos unos a otros, sino amar como Él nos ha amado! Eso significa que debemos dar nuestras vidas por nuestros amigos (Jn 15:13) e incluso por nuestros enemigos (Rom 5:8,10). De esta manera, vamos a ser reconocidos como discípulos de Jesús, porque nadie más que Jesús ama a sus enemigos al morir por ellos (Lc 5: 27ss).
¿Cómo podemos, con todo nuestro egoísmo, amar de esta manera? El Espíritu Santo nos purificará en la medida en que permanezcamos obedientes a la verdad (1 Pe 1:22) a fin de producir el fruto del amor en nuestras vidas (Gal 5:22). El Espíritu Santo clamará en nuestros corazones: "Abba" (Gal 4:6; Rom 8:15), y entonces sabremos que nuestro Padre nos ama perfectamente. Además, seremos capaces de amar de una manera asombrosa, porque "nosotros amamos porque Dios nos amó primero" (1 Jn 4:19).
Una semana a partir de hoy, comenzamos la Novena anual de Pentecostés. A medida que la comunidad cristiana en todo el mundo reza durante estos nueve días, el Espíritu Santo cambia nuestra "cultura de la muerte" en una "civilización del amor".
¡Ven, Espíritu Santo de amor!
Oración: Padre, Tú eres amor. Voy a vivir en ti y en amor (1 Jn 4:16).
Promesa: "Ésta fue leída y todos se alegraron por el aliento que les daba" (Hch 15:31).
Alabanza: Mientras oraba, Regina recibió inspiración para escribir y publicar un libro sobre el Rosario para los niños.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 1 de abril de 2015
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