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Miércoles, 18 de febrero de 2015

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Miércoles de Ceniza


Joel 2:12-18
2 Corintios 5:20 (6:2)
Salmos 51:3-6, 12-14, 17
Mateo 6:1-6, 16-18

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Reflexiones Similares

¿ocupado o dedicado?

"Pero aún ahora –oráculo del Señor– vuelvan a mí de todo corazón, con ayuno, llantos y lamentos" (Joel 2:12-13).

Porque todos somos miembros del Cuerpo de Cristo, y por lo tanto nos necesitamos unos a otros (1 Co 12:12), no desertemos de nuestras asambleas (Heb 10:25). En vez de eso, "convoquen a una reunión solemne, reúnan al pueblo, convoquen a la asamblea, congreguen a los ancianos" (Jl 2:15-16). Dios Padre quiere a su familia unida. Jesús ora para que todos seamos uno, así como Él y el Padre son uno (Jn 17:21). El Espíritu Santo nos hace un solo cuerpo (1 Co 12:13).

Así como es esencial vivir en una comunidad cristiana, también hay peligros de vivir en vida comunitaria. Dentro de la comunidad cristiana estamos tentados a hacer cosas que parecen servir a Dios, sólo porque los demás lo hacen, o porque no queremos que vean que somos distintos. Sin embargo, ocuparnos en cosas de la Iglesia no debe confundirse con servir a Dios. El verdadero servicio al Señor requiere una decisión propia, un compromiso personal con Él; no importa lo que los demás hagan o digan.

¿Recibirías el signo de la cruz de ceniza en la frente si únicamente fueras tú el que públicamente te declararas pecador y penitente? Si se burlaran de ti o te persiguieran por la marca de la ceniza en la frente ¿te la limpiarías? ¿Defenderías a Jesús, aun en las situaciones en donde te encuentras solo?

Como cristianos, necesitamos una comunidad. Sin embargo, la comunidad cristiana debe formarse de personas comprometidas personalmente con Jesús. Que esta Cuaresma sea tanto comunitaria como individual.

Oración:  Padre, por amor a Ti, permíteme estar junto a los demás cuando sea posible, y solo cuando sea necesario.

Promesa:  "¡Éste es el tiempo favorable, éste es el día de la salvación!" (2 Co 6:2)

Alabanza:  Alabemos al Espíritu Santo, que nos guía al desierto con el Hijo a encontrar al Padre.

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 25 de agosto de 2014

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