En los Estados Unidos, el día después del Día de Acción de Gracias se llama 'Viernes Negro' o "viernes de compras desenfrenadas" y es el día con más compras en todo el año. Los consumidores van de tienda en tienda buscando los mejores precios para sus listas de regalos de Navidad. Es tan tensa la situación en las tiendas que las personas se empujan unos con otros en la prisa frenética por comprar. Sin embargo, la cultura secular de consumismo es una 'bestia' (ver Dn 7:7) que continuamente devora las personas que de otra manera podrían estar preparando sus corazones para Jesús durante el tiempo de Adviento.

Para los cristianos, cada viernes es un recordatorio del viernes Santo, el día cuando Jesús fue crucificado, sangró y murió por nuestra salvación. Jesús dio Su vida por nosotros, para que tengamos vida; Él no conoció pecado, sin embargo, tomó como carga nuestros pecados para que seamos dignos de la santidad de Dios (2 Co 5:21).

Los centros comerciales, las fiestas, y hasta la tierra, estrellas y cielo pasarán, pero las palabras de Jesús nunca pasarán (Lc 21:33). "¿Por qué gastan dinero en algo que no alimenta y sus ganancias, en algo que no sacia?" (Is 55:2). "No tomen como modelo a este mundo. Por el contrario, transfórmense interiormente renovando su mentalidad" (Rom 12:2). Deja que Jesús te lleve de un viernes negro a un viernes Santo. Dedica tu tiempo a lo que no pasará.

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 15 de junio de 2015.

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