¿nacimiento o aburrimiento?
"Abraham fue padre de Isaac; Isaac, fue padre de Jacob; Jacob, padre de Judá" (Mateo 1:2).
El Nuevo Testamento comienza con lo que muchos podrían considerar como el aburrimiento reiterativo. Esta persona engendró aquella otra y así sucesivamente. Ésa era la vida "antes de Cristo". Sin Jesús, la vida parecía ser la misma vieja historia, sólo que con los nombres distintos. Miqueas profetizó: "El Señor los abandonará hasta el momento en que dé a luz la que debe ser madre" (Miq 5:2). El Señor nos redujo a una vida de miseria, frustración y sin sentido hasta cuándo aquella que iba a dar a luz nació. En el primer capítulo de Mateo y en el Nuevo Testamento, el nombre de "María" rompe el patrón tedioso de la vida. Ella es la primera indicación de una nueva era.
Aún hoy, después de que Jesús ya ha comenzado el Reino, muchos viven en la vida "antes de Cristo". Hoy, una vez más, la celebración del nacimiento de María, es el anuncio de un nuevo día, de la vida de fe que da sentido y realización a la existencia humana. Hoy podría haber un cambio, un gran avance, un inicio, un nacimiento. María está abriendo la puerta. Por la fe, entra en el Reino de Jesús.
Oración: Jesús, gracias por darme a tu Madre. La necesito y la amo.
Promesa: "Sabemos, además, que Dios dispone, todas las cosas para el bien de los que lo aman, de aquellos que Él llamó según su designio" (Rom 8:28).
Alabanza: Alabanza a Ti, oh Dios, por enviarnos a Tu Hijo, nacido de María, para darnos la categoría de ser Tus hijos e hijas adoptivos.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 23 de abril de 2014
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