las fuerzas especiales celestiales
"Este [el Dragón] contraatacó con sus ángeles, pero fueron vencidos y expulsados del cielo" (Ap 12:7-8).
Los ángeles, siendo invisibles, son difíciles de entender para nosotros. Pero los ángeles toman formas corporales. Esto al menos nos da una pista sobre la mentalidad de los ángeles. Los ángeles normalmente aparecen en la Biblia o como mensajeros (Heb 13:2) o como unas criaturas gigantes (Ap 19:17). Que yo sepa, nunca aparecen como unos bebitos gordos con alas. Esta imagen común de los ángeles nos dice más sobre nuestro estado mental confundido, que sobre los ángeles.
Los ángeles son criaturas formidables que atacarán a los demonios. No es que sólo flotan allí en las nubes y de vez en cuando resisten a Satanás. Pasan a la ofensiva agresivamente contra Satanás, que desesperadamente intenta defenderse (Ap 12:7).
Por consiguiente, la guerra espiritual no es nada por lo cual debemos bajar la cabeza, sino para regocijarnos en ella. Satanás es el que debe desalentarse por la guerra espiritual. Es él el perdedor. Nosotros, juntos con los ángeles, "obtenemos una amplia victoria" (Rom 8:37).
Oración: Padre, que yo pueda llegar a conocer personalmente a los arcángeles y hablar con ellos a diario.
Promesa: "Les aseguro que verán el cielo abierto, y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre" (Jn 1:51).
Alabanza: San Miguel empujó en al infierno a Satanás, y a todos los espíritus malvados que merodean por el mundo en búsqueda de la ruina de las almas. Alabanzas a Ti, Señor, por proporcionarnos auxiliadores tan grandes.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 23 de abril de 2014
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