prueba de misericordia
"Llegaron después los primeros, creyendo que iban a recibir algo más" (Mateo 20:10).
En la parábola de los trabajadores en el viñedo, el Maestro les pagó primero al último grupo (Mt 20:8). Su propósito, como era frecuente, era enseñar su misericordia al primer grupo, es decir, sus primeros discípulos. Las reacciones de estos mostraban, que aunque trabajaban con obediencia y sacrificio por su Maestro, todavía no habían entendido ni aceptado, la profundidad y riqueza de su piedad. Fallaron la prueba. Ellos miraban más el dinero del Maestro, que la misericordia del Maestro. "Y al recibirlo, protestaban contra el propietario" (Mt 20:11).
Aquí hay otras pruebas de misericordia:
- Tú has luchado sin éxito, por años, para establecer la adoración eucarística en tu parroquia. Luego, un nuevo convertido, un ex-criminal lo logra. ¿Te alegras de su logro, o interiormente te quejas porque él recibe el mérito?
- Eres un fiel pastor que ora, ayuna y predica con vehemencia para persuadir a los parroquianos a recibir con regularidad la Confesión. Un joven sacerdote te reemplaza, y a los pocos meses hay largas filas para recibir la Confesión. ¿Te regocijas o te quejas?
- Tu marido se divorcia de ti y te abandona con cuatro niños pequeños. Te sacrificas por décadas para educarlos en la fe. Su padre retorna cuando ya han crecido. ¿Cuando ves a tus hijos, ya adultos y devotos, alabar y agradecer a su padre, que haces? ¿Te alegras o protestas?
¿Cuál es la circunstancia difícil que el Señor usa para enseñarte a ser piadoso? Nosotros, discípulos modernos, podemos también no ver la lección y fallar la prueba de piedad. Pon tus ojos en la misericordia de Jesús.
Oración: Padre, déjame ser como Tú: "rico en misericordia" (Ef 2:4).
Promesa: "Porque así habla el Señor: ¡Aquí estoy yo! Yo mismo voy a buscar mi rebaño y me ocuparé de él" (Ez 34:11).
Alabanza: Frecuentemente san Bernardo se humillaba ante Dios en oración, lo que fomentó en su vida los dones de reforma y reconciliación.
Referencia: (Esta enseñanza fue presentada por un miembro del equipo editorial).
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 23 de abril de 2014
El Nihil Obstat establece que no existe impedimento para la publicación de un libro o folleto. No implica acuerdo con contenido, opiniones o afirmaciones expresadas en el mismo.