jesús es dios
"Con gozo y alegría entran al palacio real" (Salmos 45:16).
María fue asunta al cielo. Ella fue concebida sin mancha de pecado original porque es la madre de Dios. Para nosotros, las gracias especiales de María nos indican que Jesús, su Hijo, es Dios. En otras palabras, este día festivo, al igual que las otras fiestas marianas, se trata primero de Jesús y en segundo lugar de María. Isabel, su pariente, lo expresó muy bien con estas palabras: "¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme?" (Lc 1:43). Llamó al bebé en el vientre de María "Señor," es decir, llamó a Jesús "Dios".
Hoy, en esta fiesta especial, María nos visita así como visitó a Isabel. María también es un sagrario; ella nos trae a Jesús. El propósito de santificar este día no es tanto para conmemorar a María sino para alabar a Jesús junto con María proclamando la grandeza del Señor y encontrando alegría en Dios nuestro Salvador (Lc 1:46-47). El propósito de María como madre nuestra es el de llamarnos a hacer lo que su Hijo nos diga (Jn 2:5). La hacemos muy feliz cuando adoramos y vivimos solo para Jesús.
Oración: "María, asunta al cielo, ruega por nosotros que recurrimos a ti."
Promesa: "Y escuché una voz potente que resonó en el cielo: «Ya llegó la salvación, el poder y el Reino de nuestro Dios y la soberanía de su Mesías porque ha sido precipitado el acusador de nuestros hermanos, el que día y noche los acusaba delante de nuestro Dios»" (Ap: 12:10).
Alabanza: ¡Alabanza a Jesús, Hijo del Hombre, Hijo de María, e Hijo de Dios! ¡Alabanza a Jesús, Dios y Señor!
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 23 de abril de 2014
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