el primero de la clase
"Creí, y por eso hable, también nosotros creemos, y por lo tanto, hablamos. Y nosotros sabemos que Aquel que resucito al Señor Jesús nos resucitara con Él" (2 Corintios 4:13-14).
¡Santiago debe haber sido un apóstol poderoso! Cuando el "Rey Herodes empezó a acosar" a la Iglesia, su primera acción fue cortarle la cabeza a Santiago (Hch 12:1,2). "esto agradaba a los judíos" (Hch 12:3). Y sólo después de que Santiago fue ejecutado fue cuando Herodes puso su atención en arrestar a Pedro (Hch 12:3). Santiago fue el primer apóstol que murió por amor a Jesús. Sin duda fue obviamente un dolor de cabeza para Herodes y los judíos. Santiago tuvo el coraje y la fe de hablar claro en el nombre de Jesús, sabiendo que él compartiría en la resurrección de Jesús (2Co 4:13-14).
Mucho antes, Santiago había sido un dolor de cabeza para los otros apóstoles (Mt 20:24). El demandó ser elevado sobre los otros, Jesús pacientemente explicó a Santiago y a los otros que el camino para aspirar a la grandeza es el de humildemente bajar al servicio de otros (Mt 20:26-27). Eventualmente, Santiago tomó el llamado de Jesús en su corazón. Después de Pentecostés, Santiago no trato de preservar su propia vida. Él enseñaba a la gente sobre las buenas nuevas de Jesús, el Mesías, (Hch 5:42) haciendo signos y prodigios entre el pueblo (Hch 5:12). Con gran fe, Santiago dio su propia vida por amor a Dios y su gente (Mt 20:28). Como Santiago, que nuestras vidas pueden ser tan poderosas en Jesús que seamos un dolor de cabeza para aquellos que se oponen a Jesús y a su Reino.
Oración: Padre, que con el Espíritu Santo en mí, no tenga miedo como no lo tuvo san Santiago.
Promesa: "Nosotros llevamos ese tesoro en recipientes de barro, para que se vea bien que este poder extraordinario no procede de nosotros, sino de Dios" (2 Co 4:7).
Alabanza: San Santiago "Hijo del Trueno" fue el primer apóstol que dio su vida martirizado, por Jesús.
Referencia: (Esta enseñanza fue presentada por un miembro del equipo editorial).
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 1 de abril de 2014
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