el poder de la boca
"Mi boca anunciará incesantemente tus actos de justicia y salvación" (Salmos 71:15).
El Señor ha prometido poner sus palabras en tu boca, como lo hizo con Jeremías (Jer 1:9; también Mt 10:20). Desde ese día, Él "te establece en este día sobre las naciones y sobre los reinos, para arrancar y derribar, para perder y demoler, para edificar y plantar" (Jer 1:10). Con la palabra de Dios en tu boca, tú serás una fuerza mundial. En verdad, el Señor no solamente te pondrá palabras en tu boca en ocasiones; Él la llenará (ver Sal 81:11) con sus palabras de espíritu y de vida (Jn 6:63). Tú serás como Samuel, de modo que Dios no permitirá que ninguna palabra tuya quede sin efecto (1 Mas 3:19; también Is 55:11).
El Señor hará de tu boca un instrumento fuerte y glorioso de su justicia (Rom 6:13) si te arrepientes. Tienes que gritar como lo hizo Isaías: "¡Ay pobre de mí, estoy perdido! Porque soy un hombre de labios impuros" (Is 6:5). El Señor enviará un ángel para tocar tu boca con una brasa (Is 6:6) y entonces dirá "Mira: esto ha tocado tus labios; tu culpa ha sido borrada y tu pecado ha sido expiado" (Is 6:7). El Señor te ha prometido: "Si tú vuelves, yo te haré volver, tú estarás de pie delante de mí, si separas lo precioso de la escoria, tú serás mi portavoz" (Jer 15:19). Tú puedes ser la boca de Dios.
Oración: Padre, usa cada parte de mi cuerpo para tu gloria. Controla cada parte de mi cuerpo comenzando por mi boca purificada (ver Stg 3:2-3).
Promesa: "Otras cayeron en tierra buena y dieron fruto: unas cien, otras sesenta, otras treinta. ¡El que tenga oídos, que oiga!" (Mt 13:8-9).
Alabanza: Santa Brígida se dedicó más a la práctica de caridad en lugar de recibir favores espirituales.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 1 de abril de 2014
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