el misterio y la gloria del amor trinitario
"La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo permanezcan con todos ustedes" (2 Corintios 13:13).
La Trinidad es el corazón de la revelación divina y de la fe cristiana. La Iglesia nos enseña que "el misterio de la Santísima Trinidad es el misterio central de la fe y de la vida cristiana. Es el misterio de Dios en sí mismo. Es, pues, la fuente de todos los otros misterios de la fe" (Catecismo, 234). Porque Dios es Trinidad, somos familia, y la santidad es estar unidos como el Padre, el Hijo y el Espíritu son Uno (ver Jn 17:21). Porque Dios es tres personas en un solo Dios, nosotros, aunque muchos, somos el Cuerpo de Cristo (1 Co 12:12). Porque Dios es el Padre, el Hijo y el Espíritu, nosotros podemos ser hijos del Padre y clamar en el Espíritu, "Abba" ("Padre") (Gal 4:6; Rom 8:15), y "Jesús es Señor" (1 Co 12:3).
La Trinidad es la base de la Iglesia, la Biblia, el Credo, los Sacramentos, las Bienaventuranzas, etc. Nosotros como cristianos vivimos constantemente en la Trinidad y la Trinidad en nosotros (ver Jn 17:23). Porque Dios es la Trinidad, nosotros podemos vivir para siempre en el misterio de Su amor. "¡Alabada sea la Santa Trinidad, indivisible Unidad, Santo Dios, Poderoso Dios, Dios inmortal, sea adorado!"
Oración: Padre, Hijo y Espíritu, Yo me inmerso en tu Amor Trinitario.
Promesa: "Sí, Dios amó tanto al mundo, que entregó a su Hijo único para que todo el que cree en él no muera, sino que tenga Vida eterna" (Jn 3:16).
Alabanza: ¡Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, como era en un principio, ahora y siempre, por todos los siglos de los siglos, Amen!
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 1 de abril de 2014
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