protector para la boca
"Cuando ustedes digan «sí», que sea sí, y cuando digan «no», que sea no. Todo lo que se dice de más, viene del Maligno" (Mateo 5:37).
Yo trabajo en una oficina grande y no puedo evitar escuchar muchas conversaciones al día. Debo escuchar las siguientes frases por lo menos diez veces cada día de trabajo:"Para ser honesto contigo...", "Sinceramente…", "Para ser perfectamente honesto...". Cada vez que oigo estas frases, me pregunto si la persona que habla está dando a entender que ella normalmente es deshonesta, pero lo que va a decir ahora va a ser honesto.
Jesús no está bromeando. Todo lo que decimos más allá de nuestra verdad y sentido verdadero "viene del maligno" (Mt 5:37). Si hay algo más allá de nuestro significado básico de "sí" o "no" es del diablo. En resumen: ¡debemos hablar muy poco! (ver Ecl 5:01) Nosotros no queremos dar a Satanás la oportunidad de hablar a través de nosotros. Mira a san Pedro. Habló sin escuchar con atención lo que decía Jesús y el diablo habló por medio de él (Mt 16:23).
Si en realidad queremos decir "sí", debemos decir "Sí" sin ambigüedades y del mismo modo, si queremos decir "no". El autor de Santiago dice que si hablamos "de esta manera (nosotros) no incurriremos en ser condenados" (Stg 5:12). Jesús dice: "Pero les aseguro que en el día del Juicio, los hombres rendirán cuenta de toda palabra vana que hayan pronunciado. Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado" (Mt 12:36-37).
Oración: "Coloca, Señor, un guardián en mi boca y un centinela a la puerta de mis labios" (Sal 141:3). Enséñame "lo que debo decir y anunciar" (Jn 12:49); que seamos rápidos a escuchar y lentos al hablar (Stg 1:19).
Promesa: "Bendeciré al Señor que me aconseja, ¡hasta de noche me instruye mi conciencia!" (Sal 16:07).
Alabanza: Jorge y María dieron un "sí" a Dios y uno al otro. Ellos fueron bendecidos con más de cincuenta años de un matrimonio santo.
Referencia: (Esta enseñanza fue presentada por un miembro del equipo editorial).
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 1 de abril de 2014
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