jesus, "el navegador"
"¿Cómo vamos a conocer el camino?" (Juan 14:5).
En los últimos años, los navegadores o sistemas de posicionamiento global, se han convertido en una herramienta extremadamente popular. Este dispositivo reconoce tu ubicación exacta en cualquier lugar del mundo. Primero, indicas dónde quieres ir. Luego, el navegador activa una voz que detalla cada calle por donde debes girar y te indica con precisión por donde conducir. La gente confía en la voz del navegador.
Cada uno de nosotros enfrenta dificultades en esta vida y queremos conocer "el camino" que nos distancie de esos problemas. Nos gustaría tener un navegador que nos muestre "el camino correcto" que nos transporte desde las deudas a la libertad económica, de la adicción a la liberación, de la discordia a la unidad, etc. Queremos instrucciones para encontrar una ruta de salida y nos preguntamos: "¿Cómo vamos a conocer el camino" para salir de nuestra dificultad? (Jn 14:5).
Queremos un mapa, pero Dios tiene un plan mejor; Él nos ofrece sus orientaciones a través de una Persona: Jesús, el Camino (Jn 14:6). Jesús conoce exactamente "nuestra posición" espiritual, emocional y mental. Finalmente, Su plan para nosotros es la voluntad perfecta de Dios.
Nuestro destino final en esta vida es compartir la eternidad con Dios en el Cielo y Jesús lo confirma diciendo: "Nadie va al Padre, sino por medio de Mí" (Jn 14:6). Jesús es el Camino. Sigue a Jesús (Jn 21:19).
Oración: Señor Jesús, Tu voz me dice por donde debo girar, hacia la derecha o a la izquierda (Is 30:20-21). Yo haré todo lo que Tú me digas y te seguiré por el resto de Mi vida (ver Jn 2:5).
Promesa: "Los ojos del Señor están fijos sobre sus fieles, sobre los que esperan en su misericordia" (Sal 33:18).
Alabanza: Alabado sea nuestro Señor resucitado, ¡"la piedra que los constructores rechazaron ha llegado a ser la piedra angular"! (1Pe 2:7).
Referencia: (Esta enseñanza fue presentada por un miembro del equipo editorial).
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 18 de diciembre de 2013
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