padre – libertad
"Tenemos un solo Padre, que es Dios " (Juan 8:41).
Cuando Jesús nos enseñó acerca de la libertad, nos enseñó sobre la paternidad de Dios. Somos libres porque somos hijos de Dios el padre. Cuando vivimos con libertad, como hijo o hija de Dios, tenemos un lugar permanente con Jesús en la familia de Dios padre (Jn 8:35). Jesús, como Hijo del padre, ha venido a liberarnos (Jn 8:36).
La verdad nos hará libres (Jn 8:32). Por verdad, el Señor se refiere a relaciones fidedignas, especialmente nuestra relación con Dios Padre. Jesús vino a mostrarnos al Padre (Jn 14:9). Nadie va al Padre sino por Jesús (Jn 14:6). Puesto que Jesús es el único sendero al Padre, sólo él nos hace realmente libres (Jn 8:36). Jesús es la Verdad (Jn 14:6), porque él ha sido totalmente fiel al Padre, incluso al aceptar la muerte en la Cruz. Si, por la gracia, podemos responder con fidelidad al llamado del Padre celestial y escogemos su voluntad en vez de la nuestra (Mt 26: 39), descubriremos el profundo amor que el Padre tiene por nosotros. Esta certeza ahoga todos nuestros temores, ansiedades y presiones (Lc 12:7). En la certeza el Amor fiel del Padre, vivimos confiados, discerniendo su voluntad, ahí reside nuestra total libertad.
Oración: Padre, Abba, en tus brazos soy verdaderamente libre. Te amo.
Promesa: "Bendito sea el Dios de Sadrac, Mesa y Abed Negó, porque ha enviado a su Ángel y ha salvado a sus servidores, que confiaron en él y, quebrantando la orden del rey, entregaron su cuerpo antes que servir y adorar a cualquier otro dios que no fuera su Dios" (Dn 3:28).
Alabanza: Len se propuso cesar de masturbarse como sacrificio durante Cuaresma. Jesús le dio la gracia de cesar para toda la vida.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 18 de diciembre de 2013
El Nihil Obstat establece que no existe impedimento para la publicación de un libro o folleto. No implica acuerdo con contenido, opiniones o afirmaciones expresadas en el mismo.