inseguridad social
"El Padre que está en el cielo sabe bien las cosas que ustedes necesitan. Busquen primero el Reino y su justicia y todo lo demás se les dará por añadidura" (Mateo 6:32-33).
¿Estás seguro del amor de Dios? Aún si la madre olvida a su hijo, ¿estás seguro de que el Señor nunca te olvidará? (Is 49:15). Si perdieras tu empleo, ¿te preocuparías? Si no supieras de dónde viene tu próxima comida, ¿estarías disgustado? ¿Crees que tu Padre celestial es realmente un Padre que provee las necesidades de su familia? ¿Te sientes tan seguro de ser hijo de Dios que teniendo un seguro de vida resultaría superfluo o aún sería una forma de dudar de la providencia divina?
No podemos servir a dos señores; no debemos preocuparnos sino confiar en Dios para nuestras necesidades básicas (Mt 6:24). Muchos de los cristianos de hoy día se han colocado en la más insegura situación posible, es decir, dependen de ellos mismos para sentirse seguros.
Oración: Jesús, que pueda perder mi vida con tal que Tú me salves (Lc 9:24).
Promesa: "Mi juez es mi Señor. Por eso, no hagan juicios prematuros" (1 Cor 4:4-5).
Alabanza: ¡Alabanza a Ti, Jesús! Tu dependencia del Padre nos hizo libres para abandonarnos a tu cuidado. ¡Gracias, Padre!
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 8 de augusto de 2013
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