seguro de título
"¡Mira! Aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo" (Juan 1:29).
El Espíritu Santo inspiró a san Juan para centrar su Evangelio con los títulos de Jesús. Orando y alabando a Jesús mencionando sus títulos y meditando sobre ellos es un seguro en contra de tomar a Jesús por sentado. Es una gran manera de profundizar nuestra relación con Él.
Entre otros títulos, Juan se refiere a Jesús como:
- la Palabra era Dios (Jn 1:1) Y la Palabra se hizo carne (Jn 1:14),
- "el Cordero de Dios" (Jn 1:29),
- él es el Hijo de Dios (Jn 1:34),
- Rabbi, (significa Maestro) (Jn 1:38),
- "el Mesías" (Jn 1:41),
- el Hijo único y Rey de Israel (Jn 1:18, 49),
- "el Hijo del hombre" (Jn 1:51),
- "el pan de Vida" (Jn 6:35, 48),
- "la luz del mundo" (Jn 8:12),
- "Yo Soy" (Jn 8:28; Cfr. Ex 3:14),
- "Señor" (Jn 9:38),
- "buen Pastor" (Jn 10:11, 14),
- "la Resurrección y la Vida" (Jn 11:25),
- "el Camino, la Verdad y la Vida" (Jn 14:6),
- "la vid" (Jn 15:5),
- "rey de los judíos" (Jn 19:19), y
- "¡Señor mío y Dios mío!" (Jn 20:28)
Hay muchos otros títulos bíblicos de Jesús. Estos títulos combaten el engaño y animan a la verdad. ¡Alabado sea Jesús por sus títulos!
Oración: Jesús, Codero de Dios, te alabo con todo mi corazón.
Promesa: "yo te destino a ser la luz de las naciones, para que llegue mi salvación hasta los confines de la tierra" (Is 49:6).
Alabanza: Alabado sea Jesús, "el Primero y el Ultimo, el Viviente" (Ap 1:17-18).
Referencia: (Esta enseñanza fue presentada por un miembro de nuestro equipo editorial).
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 19 de julio de 2013
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