el amor ardiente de dios
"El arbusto aunque en llamas, no fue consumido" (Éxodo 3:2).
Considere una vela encendida. La llama de la vela eventualmente se quemara cuando la cera se haya consumido totalmente. Para Jesús, nosotros no somos como las velas que se consumen, somos más bien como el arbusto en llamas, el cual no se ha quemado ni tampoco consumido. (Ex 3:2). Algunas personas tienen miedo de recibir el amor de Dios. Tienen temor que el amor de Dios los consumirá (Heb 12:29) y que nunca será lo mismo. Sumergidos en el amor de Dios, saben que deberán arrepentirse y dedicarse enteramente a una vida de santidad. (Ex 3:5) Y en la misma forma en que Moisés fue atraído al arbusto en llamas por la imagen tan impresionante que veía, el amor de Dios atrae a la gente a pesar del miedo que sienten. El amor ardiente de Dios es un amor de Trinidad, esta llamarada de amor que perpetuamente se alinea en conjunción entre el Padre, Hijo y el Espíritu Santo, este amor ardiente, este amor de Trinidad, es el mismo amor que Dios vierte en nosotros, un amor que consume pero no destruye. Este amor llega a nuestros corazones a través del Espíritu Santo (Rm 5:5) Nada puede separarnos de este amor (Rm 8:38-39).
Sea como Moisés. Camine hacia Dios, no marche hacia el lugar opuesto del Señor. Quítense no solo las sandalias, pero también el amor por las cosas de este mundo (1Jn 2:15) No tenga miedo del inmenso amor de Dios. Muchos han sido heridos por un amor humano fracasado, pero el amor de Dios nunca falla (1Cor 13:8). Déjense llevar en el amor de Dios. Su vida entera ha sido una búsqueda de ese amor. Sea autentico con usted mismo y con Dios. Viva en el amor de Dios. (Jn 15:9).
Oración: Santísima Trinidad en Dios, cámbiame de ser un consumidor a ser consumido, y déjame rendirme totalmente en tu amor.
Promesa: "El Señor asegura justicia y derechos a los oprimidos" (Sal 103:6).
Alabanza: Después de varios años sin recibir los sacramentos, Dora dio entrada a Dios en su corazón y recibe la Eucaristía diariamente.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 1 de marzo de 2013
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