¿inutil desobediencia civil?
"Un hombre de la familia de Leví se casó con la hija de un levita. La mujer concibió y dio a luz un hijo; y viendo que era muy hermoso, lo mantuvo escondido durante tres meses" (Éxodo 2:1-2).
La madre de Moisés desobedeció la ley. Ella se negó a tirar a su bebé en el río a que se ahogara, según lo prescrito por el decreto del Faraón (Ex 1:22). Este acto de desobediencia civil parecía totalmente inútil. Escondió al bebé durante tres meses y luego lo puso en una cesta flotando sobre el agua en vez de echarlo directamente en el agua (Ex 2:2-3). El bebé Moisés fue salvado milagrosamente. Ochenta años después, el Señor usó a Moisés para liberar a toda la nación israelita de la esclavitud. El Señor usó la desobediencia civil aparentemente inútil de la madre de Moisés, que era en realidad la obediencia divina, de una manera asombrosa.
El Señor te está llamando a hacer algo que parece inútil. Si tú haces la voluntad del Señor, pareces sólo estar retrasando lo inevitable. Sin embargo, estás siendo llamado a caminar por fe, sin ver claramente (2 Corintios 5:7). Sentirás que: "en vano me fatigué, para nada, inútilmente, he gastado mi fuerza" (Is 49:4). Sin embargo, el Señor te llama a obedecer no porque has entendido su mandato, sino porque tú has aceptado a Jesús como tu Señor y te has convertido en su discípulo.
Al final, haciendo cosas aparentemente inútiles en la voluntad de Dios suele ser lo más útil de todo. Incluso cuando no lo son, aún debemos hacerlas por amor a Dios. El Señor no nos llama no para tener éxito sino para ser fiel. Debemos pedir a otros que nos ayuden a discernir la voluntad de Dios y luego debemos hacerla.
Oración: Padre, no me dejes apoyarme en mi propia inteligencia (Proverbios 3:5).
Promesa: "Que lo vean los humildes y se alegren, que vivan los que buscan a Dios: porque el Señor escucha a los pobres " (Sal. 69:33-34).
Alabanza: Según la tradición, las órdenes carmelitas se basan en la visión de un cruzado que vio a Elías en el Monte Carmelo. Nuestra Señora del Carmen, ruega por nosotros.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 1 de marzo de 2013
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