verano y sexo
"Si tu ojo derecho es para ti una ocasión de pecado, arráncalo y arrójalo lejos de ti: es preferible que se pierda uno solo de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado a la Gehena" (Mateo 5:29).
Aquí estamos en el comienzo del verano (al norte del ecuador). Veremos a muchos hombres y mujeres caminando medio vestidos, prestando gran atención al bronceado, mientras descuidan la dignidad que Dios ha puesto en sus cuerpos. Es cada vez más difícil encontrar una película o programa de TV donde no se presente un desnudo. Esto también ocurre en los periódicos, revistas e particularmente en el Internet; donde constantemente se presentan imágenes que pretenden despertar nuestro deseo sexual. Igual que si viviéramos en Sodoma o Gomorra, Jesús proclama y ordena: "El que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón" (Mt 5:28).
Gracias sean dadas a Jesús por decirnos la verdad que nos refresca y nos libera. Es tan bueno saber que no somos como los animales, que somos capaces de vivir el verdadero amor; que nuestra sexualidad puede ser redimida y que no tenemos que sentirnos "sucios", degradados y derrotados cuando hablamos del sexo.
Jesús conoce nuestra debilidad, especialmente en nuestra sexualidad. Sin embargo, podemos acudir a Él para pedirle que nos dirija, que transforme nuestro corazón. Somos frágiles como vasijas de barro, donde se guarda un tesoro; el templo de nuestros cuerpos "custodia" de Dios (Cfr. 2Cor 4:7). A pesar de nuestro pecado, Cristo ha llevado todos nuestros pecados a la Cruz y nos ha lavado con Su sangre (Ap 7:14).
Gracias, Jesús, por romper las cadenas de la esclavitud sexual, liberándonos de la esclavitud del pecado sexual y haciéndonos puros como Tú eres puro (1Jn 3:3).
Oración: Jesús, que piense primero en morir antes que pecar.
Promesa: "Todo esto es por ustedes: para que al abundar la gracia, abunde también el número de los que participan en la acción de gracias para gloria de Dios" (2Co 4:15).
Alabanza: En su equipo de catequesis, Jenny acepta el reto de decir la verdad sobre la pureza sexual.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 1 de marzo de 2013
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