la carrera de cien metros
"En realidad no estaban lejos de la tierra, no más de cien yardas" (Juan 21,8).
Cuando pecamos, nos distanciamos del Señor. Como Jonás, tratamos de irnos tan lejos de Dios como podamos (Cfr. Jon 1,3). Como Jonás, sin embargo, nos topamos con Dios no importa donde vayamos. El salmista pregunta: ¿A dónde iré para estar lejos de tu espíritu? ¿A dónde huiré de tu presencia? Si subo al cielo, allí estás Tú" (Sal 139,7-8). Sin embargo, si insistimos, el Señor finalmente permitirá que nos alejemos de Él. Este lugar donde escapamos le conocemos como el infierno o condenación eterna. Es ahí donde podemos separarnos de Dios para siempre.
Cuando corremos lejos de Dios, el Señor intentará sacarnos de nuestro escondite de pecado (Cfr. Lc 15,4). Como lo hizo con Adán y Eva, el Señor nos llamará diciendo: "¿dónde estás?" (Gn 3,9). Si decidimos regresar a Él, Dios se adelantará a nuestro encuentro para abrazarnos y besarnos (Lc 15,20).
Sin embargo, el Señor no nos obliga. Debemos arrepentirnos. Cuando Pedro se distanció de Jesús volviendo a su negocio de pesca y rechazando la llamada de Jesús de ser un pescador de hombres, Jesús tendió la mano y se le acercó a unos cien metros de él (Jn 21,8). Sin embargo, Pedro tuvo que saltar en el lago y nadar los cien metros (Jn 21,7). En su amor por nosotros, Jesús viajará todo el tiempo y espacio para estar cerca de nosotros. A través de nuestro arrepentimiento, damos los primeros pasos para llegar a Jesús.
En este tiempo de Pascua, ¿qué tan cerca estás de Jesús? Si te has distanciado de Él, arrepiéntete y salta al lago.
Oración: Padre, si peco, ayúdame a regresar a Ti.
Promesa: "Nosotros somos testigos de estas cosas, nosotros y el Espíritu Santo que Dios ha enviado a los que le obedecen" (Hch 5,32).
Alabanza: "¡El Cordero que ha sido inmolado es digno de recibir el poder y la riqueza, la sabiduría, la fuerza y el honor, la gloria y la alabanza!" (Ap 5,12).
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 19 de diciembre de 2012
El Nihil Obstat establece que no existe impedimento para la publicación de un libro o folleto. No implica acuerdo con contenido, opiniones o afirmaciones expresadas en el mismo.