A veces nos sentimos como si el Señor nos ha entregado a nuestros enemigos y ha perdido las esperanzas en nosotros. Nos sentimos deprimidos, casi desesperanzados, pero el Señor se compromete a hacer que "todas las cosas cooperen para el bien" (Rm 8:28). El momento en que la marea está a punto de cambiar es "cuando la madre que ha de dar a luz ha dado". La encarnación de Jesús y la maternidad de María son una señal de que la gracia de Dios está a punto de revelarse, incluso en circunstancias imposibles. Esta fue la señal prometida a Acaz, cuando su reino se encontraba en una situación desesperada. Isaías profetizó a Acaz: "El Señor mismo os dará una señal: la virgen estará encinta y dará a luz un hijo, y lo llamará Emmanuel" (Is 7:14).

¿Cómo sabes que tu vida será realmente transformada por Dios? ¿Cómo sabes que no estoy tratando de hacerte sentir mejor con buenos deseos sin fundamento? ¿Cómo sabes cuando el Señor te rescatará? Si celebras profundamente el cumpleaños de María, entrarás en el misterio de su maternidad y de la Encarnación de Jesús. Esta será una señal de que el Señor pronto va transformar tu "lamento en baile" (Sal 30:12). En consecuencia, hoy es un feliz cumpleaños, no sólo a María, sino para todos los que celebran con ella.

Rescripto:  †Muy Reverendo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 22 de junio de 2012

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