la milagrosa vuelta a casa
"Habrá un camino recto, lo llamarán la vía santa" (Isaías 35,8).
Imagina que te encuentras paralizado. (Cfr. Lc 5,18ss). Quizás ni uno, ni dos milagros no te ayudarían mucho. Lo más probable es que tus amigos tendrán que cargarte. Aun si llegaras hasta el lugar donde se encuentra Jesús, ¿cómo acercarte? Al fin y al cabo tus pecados todavía te acompañan, y tendrías que probar tus méritos frente a los escribas y fariseos. Tú tienes más de un problema, por lo que harán falta una serie de milagros en el orden correcto. Tal vez te sientas así, pero es importante que no caigas en la desesperación ni te des por vencido. Sigue luchando. El Señor quiere hacer muchos milagros en tu vida, en el orden y el momento preciso en que los necesitas.
Tal vez seas como el judío exiliado en Babilonia. Aunque intentes escapar, un inmenso desierto se extiende entre tú y tu patria; además de que no existe un camino que cruce el desierto. No tienes provisiones, estás débil y atemorizado (Cfr. Is 35,1ss). Llevas en el destierro más de cuarenta años, amenazado por bestias salvajes (Is 35,7ss), has perdido la hasta el deseo de escapar.
No cedas a la desesperanza, mantén tu corazón fijo en la oportunidad, ya que Jesús quiere hacer los milagros que necesitas en el momento debido tiempo y en su justa medida.
Sólo tienes que decidir regresar por la vía santa; regresa a casa, a Jesús, su Iglesia. Regresar a tu cónyuge, tu matrimonio, a tus padres, a tu libertad. Es tiempo de recuperar la Paz, la Esperanza y la Vida. ¡Vuelve a casa para la Navidad!
Oración: Padre, ayúdame a dejarte obrar milagros en mi vida y permitir que me lleves a casa esta Navidad.
Promesa: "Amigo mío, tus pecados te son perdonados" (Lc 5,20).
Alabanza: Jesús libró a Carlos su adicción a las drogas, el alcohol y el tabaco. Ahora Carlos se dedica de lleno a las Escrituras (Jer 15,16).