todo o nada
"El Señor es nuestro Dios, el único Señor! Por lo tanto, amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, y con toda tu alma y con todas tus fuerzas. Lleva en tu corazón estas palabras que yo te dicto hoy." —Deuteronomio 6:4-6
Cuando se pregunta a la gente si han dado sus vidas a Jesús, dicen "sí". Cuando se le pregunta si evangelizan, pagan el diezmo, o leen la Biblia, a menudo dicen "no," como si la evangelización, el diezmo, o conocer la Biblia no fueran parte esencial de nuestro compromiso con Cristo. Esto no significa que debemos ser perfectos en el cumplimiento de nuestro compromiso con Cristo, pero sí significa que tenemos que hacer un compromiso total.
El primero de todos los mandamientos es: "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas" (Mc 12:30). El Señor dice la palabra "todos" en cuatro ocasiones. Sin embargo, la mayoría de los cristianos parecen sorprendidos cuando les digo "todo" significa todo.
El cristianismo es todo o nada. Jesús murió en la cruz y lo dio todo por nosotros para que podamos darlo todo para él. Si Él no es Señor de todo, Él no es Señor en absoluto. Jesús sólo puede salvar a toda nuestra vida, no algunas partes de ella. Cien por ciento es el único porcentaje que Jesús acepta. Su reino se puede comprar sólo con nuestro "todo" (Mt 13:44-46).
Oración: Jesús, te entrego todo mi ser.
Promesa: "Él siempre es capaz de salvar a los que se acercan a Dios a través de Él, pues Él siempre vive para interceder por ellos" (Heb 7:25).
Alabanza: ¡Alabado sea Jesús "la Resurrección y la Vida"!» (Jn 11:25) ¡"Alabado sea el Señor, exclamo"! (Sal 18:4). ¡Aleluya!
Rescripto: †Muy Reverendo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 13 de augusto de 2012
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