Muchos cristianos tienen la sensación de que no saben orar (Stg 4:3), que no oran correctamente. Piensan que están usando palabras incorrectas o, que necesitan orar más, o decir ciertas oraciones muchas veces, pero están equivocados en creer eso. Pueden estar orando mal, pero no por mal uso de palabras, métodos, o por usar menos del tiempo que comprometieron para la oración. Cuando oramos “con el único fin de satisfacer pasiones” (Stg 4:3), “pedimos mal”. Nuestras oraciones son erróneas no por tener una memoria defectuosa, tartamudeo, o mente confusa, sino por tener un corazón egoísta.

   La oración no es para que Dios nos conceda nuestros deseos. Es para que Dios reciba lo que Él quiere de nosotros. La esencia de la vida cristiana y de la oración es negarnos a nosotros mismos (Lc 9:23). Así es que definitivamente podemos orar mal, y puede ser que la mayoría de cristianos oran mal con frecuencia.

   La solución a este problema, no es en aprender técnicas de oración, usando un libro, u orando de modo espontáneo. La manera de dejar de orar mal es de arrepentirse del egoísmo, desobediencia, y el querer hacer lo nuestro. Entonces hasta nuestros gemidos serán oraciones poderosas agradables al Señor (ver Rom 8:26).

Rescripto:  Según el Código de Derecho Canónico, se otorga el Nihil Obstat (no existe impedimento para publicar) a Un Pan, Un Cuerpo por el periodo 1 de junio al 31 de 2023 julio de 2023. Otorgado el 1 de febrero de 2023. Reverendo Steve J. Angi, Canciller y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, Ohio

El Nihil Obstat establece que no existe impedimento para la publicación de un libro o folleto. No implica acuerdo con contenido, opiniones o afirmaciones expresadas en el mismo.