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“Lo mismo hará también mi Padre celestial con ustedes, si no perdonan de corazón a sus hermanos” (Mateo 18:35).
Jesús no solo exhortó a Pedro a perdonar setenta veces por siete, sino también implicaba que deberíamos perdonar aún más (Mt 18:22). Usualmente, no somos ofendidos setenta veces por siete porque no lo permitimos. Después de los primeros ataques, como las tortugas, metemos la cabeza en el caparazón para evitar heridas adicionales.
Cuando Jesús nos llama a perdonar setenta veces por siete, en realidad, nos prepara para reconocer que estaremos expuestos a repetidas heridas. “Si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, preséntale también la otra” (Mt 5:39). No nos está animando a ser masoquistas, solo a amar como Él ama, amar aún a los enemigos. Dios fue y es herido e insultado setenta veces por siete por setenta veces por siete.
Si fuéramos Dios, simplemente abandonaríamos la rebelión ingrata de nuestro planeta y lo dejaríamos condenado. Sin embargo, Dios hace todo lo contrario. Después de que Su pacto es rechazado y Sus profetas son asesinados, Él envía a Su Hijo para salvarnos y, en consecuencia, se expone a daños e insultos aún mayores (Mt 21:33-39).
Por la gracia de Dios, perdonémonos unos a otros, no solo para detener el dolor, sino para absorber los daños futuros. Algunos actos de perdón nos preparan para ser heridos y perdonar nuevamente. Las ofensas continúan y las perdonamos tan rápido como vienen. Una traducción más fiel de las palabras de Jesús en la cruz sería: “Jesús repetidamente decía: ‘Padre perdónalos, porque no saben lo que hacen’” (ver Lc 23:34).
Oración: Padre, por Tu Gracia, concede que pueda perdonar con la misma rapidez y frecuencia con la que he sido ofendido.
Promesa: “El rey se compadeció, lo dejó ir y, además, le perdonó la deuda” (Mt 18:27).
Alabanza: A los quince años, santa Clara se sintió conmovida con la prédica de san Francisco de Asís y dejó la casa de su padre para seguirle. Él se convirtió en su amigo y guía espiritual, de por vida. Otras la siguieron y se convirtieron en las “Clarisas”, dedicando sus vidas a la oración y austeridad.
Referencia:
Rescripto: Según el Código de Derecho Canónico, se otorga el Nihil Obstat (no existe impedimento para publicar) a Un Pan, Un Cuerpo por el periodo 1 de agosto de 2022 al 30 de septiembre de 2022. Otorgado el 31 de enero de 2022. Reverendo Steve J. Angi, Canciller y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, Ohio
El Nihil Obstat establece que no existe impedimento para la publicación de un libro o folleto. No implica acuerdo con contenido, opiniones o afirmaciones expresadas en el mismo.