Ya que hemos resucitado con Cristo, debemos buscar los bienes que pertenecen al reino celestial (Col 3:1). “Lo antiguo ha desaparecido, un ser nuevo se ha hecho presente” (2 Co 5:17; ver Ap 21:5). Por ejemplo, ahora que hemos sido bautizados en la muerte y resurrección de Jesús, vemos el trabajo de una nueva manera. Ya no trabajamos “por el alimento perecedero sino por el que permanece hasta la vida eterna” (Jn 6:27). Nosotros hacemos “la obra de Dios”, que es, “que crean en Aquel que Él ha enviado” (Jn 6:29). Podemos seguir recibiendo salario y beneficios, pero estos ya no son la razón por las cuales trabajamos. Trabajamos solo por amor a Dios. Esto puede significar que cambiemos trabajos, como los santos Pedro, Andrés, Santiago, Juan y Mateo. Normalmente, trabajar por Dios significa no tanto cambiar nuestros trabajos, sino la manera en que hacemos las obras.

   Cuando trabajamos por Dios también trabajamos con Dios. Esto significa que recibimos el poder de Dios por el cual trabajamos. Entonces, como san Esteban, haremos “grandes prodigios y signos” (Hch 6:8). Así también, como san Esteban, trabajaremos tan fuerte y fructíferamente por el reino de Dios que nos volvemos una amenaza al demonio. Entonces nos tienta más y trata de intimidarnos, y hasta de matarnos. Sin embargo, esto le es contraproducente, pues la persecución y el martirio hacen que nuestro trabajo sea todavía más fructífero (Jn 12:24).

   Trabajemos por, con y en Dios.    

Rescripto:  Según el Código de Derecho Canónico, se otorga el Nihil Obstat (no existe impedimento para publicar) a Un Pan, Un Cuerpo por el periodo 1 de abril de 2022 al 31 de mayo de 2022. Otorgado el 2 de diciembre de 2021. Reverendo Steve J. Angi, Canciller y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, Ohio

El Nihil Obstat establece que no existe impedimento para la publicación de un libro o folleto. No implica acuerdo con contenido, opiniones o afirmaciones expresadas en el mismo.