santa audacia
“Y sentado, escuchaba hablar a Pablo. Éste mirándolo fijamente, vio que tenía la fe necesaria para ser curado” (Hechos 14:9).
Tendrías el valor y la confianza para increparle a una persona postrada en una silla de ruedas: “Levántate, y permanece erguido sobre tus pies” (Hch 14:10). Al increpar esa orden audaz, san Pablo sanó a un hombre lisiado que nunca había dado un paso en su vida (Hch 14:8).
Pablo no siempre se manejó con tanta audacia. Por ejemplo, durante varios días toleró el comportamiento perturbador de una niña poseída de un espíritu de adivinación (Hch 16:16). “Así lo hizo durante varios días, hasta que al fin Pablo se cansó y, dándose vuelta, dijo al espíritu: ´Yo te ordeno en nombre de Jesucristo que salgas de esta mujer´, y en ese mismo momento el espíritu salió de ella”” (Hch 16:18). A veces, Pablo se dilataba varios días antes de dar la orden de sanar y liberar.
El Espíritu Santo nos habilita por medio de nuestra fe para que podamos actuar en el nombre de Jesús con autoridad, valentía y libertad. El Espíritu nos ayuda a orar y escuchar a nuestro Padre (Rom 8:26). Estamos en contacto con Él; sabemos lo que estamos haciendo; elegimos ocasiones para ser audaces. El Espíritu también nos enseña la Palabra de Dios (Jn 14:26), para que sepamos lo que nos pertenece, lo que tenemos que soportar y lo que no tenemos que reprimir.
Cuando conocemos la Palabra de Dios, el diablo no puede salirse con la suya tan fácilmente, robándonos nuestra herencia. Sabemos lo suficiente para reclamarla. Finalmente, el Paráclito, el Espíritu Santo, nos da poder para obedecer. Durante esta temporada de Pascua, deja que el Espíritu Santo te llene de valor.
Oración: Padre, por Tu poder, concédeme el don de sanar en el nombre de Jesús.
Promesa: “El que me ama será fiel a Mi palabra, y Mi Padre lo amará; iremos a Él y habitaremos en Él” (Jn 14:23).
Alabanza: “Qué inapreciable es tu misericordia, oh Dios. Por eso los hombres se refugian a la sombra de tus alas” (Sal 36:8).
Referencia:
Rescripto: Según el Código de Derecho Canónico, se otorga el Nihil Obstat (no existe impedimento para publicar) a Un Pan, Un Cuerpo por el periodo 1 de abril de 2022 al 31 de mayo de 2022. Otorgado el 2 de diciembre de 2021. Reverendo Steve J. Angi, Canciller y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, Ohio
El Nihil Obstat establece que no existe impedimento para la publicación de un libro o folleto. No implica acuerdo con contenido, opiniones o afirmaciones expresadas en el mismo.