mi salvador
“El Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que estaba perdido” (Lucas 19:10).
Aunque Dios es omnipotente y todopoderoso, nos reprende suavemente, poquito a poco, para que podamos soportarlo y ser animados por Su misericordia a crecer en la fe, la obediencia y la santidad.
Jesús se quedaba con pecadores. Vino a buscarlos y salvarlos (Lc 19:10). Aun al final de Su vida, Jesús fue crucificado entre dos pecadores (ver Lc 23:33). “A aquel que no conoció el pecado, Dios lo identificó con el pecado en favor nuestro, a fin de que nosotros seamos justificados por Él” (2 Co 5:21). Los pecadores, al menos, están en condiciones de saber eventualmente que necesitan a Jesús (ver Lc 18: 9ss). La gente moralista no cree que necesite a Jesús. De hecho, corren el peligro de convertirse en sus propios dioses y no darse cuenta de que necesitan un Salvador.
Tenemos que darnos cuenta de que no podemos salvarnos a nosotros mismos (ver Sal 49:8; Is 26:18). Somos menos que “una gota de rocío matinal” (Sab 11:22). Una vez que sabemos que nuestra salvación está en Dios y solo en Él, entonces sabemos que no podemos estar ante Dios por nuestra cuenta. Dios es tanto más grande que el universo y nosotros cuanto más pequeños ante Él. Necesitamos un Salvador. ¡La buena noticia es que tenemos un Salvador! (Hch 4:12) Acepta a Jesús, “Salvador del mundo” (Jn 4:42).
Oración: Padre, “ten piedad de mí, que soy un pecador pecador” (Lc 18:13).
Promesa: “Rogamos constantemente por ustedes a fin de que Dios los haga dignos de su llamado, y lleve a término en ustedes, con su poder, todo buen propósito y toda acción inspirada en la fe” (2 Tes 1:11).
Alabanza: “Tengo la misma esperanza en Dios que ellos tienen: la esperanza de que habrá una resurrección de justos y pecadores” (Hch 24:15). Jesús resucitado, dame la gracia de estar entre Tus elegidos.
Referencia:
Rescripto: Según el Código de Derecho Canónico, se otorga el Nihil Obstat (no existe impedimento para publicar) a Un Pan, Un Cuerpo por el periodo 1 de octubre al 30 de noviembre de 2022. Otorgado el 14 de marzo de 2022. Reverendo Steve J. Angi, Canciller y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, Ohio
El Nihil Obstat establece que no existe impedimento para la publicación de un libro o folleto. No implica acuerdo con contenido, opiniones o afirmaciones expresadas en el mismo.