Dios, por definición, es infinito y, por lo tanto, puede y va ir más allá de las leyes del mundo natural que Él mismo creó. Ciertamente, irá mucho más allá de la limitada comprensión que tiene la humanidad de la naturaleza. Cuando el Señor va más allá de las leyes de la naturaleza, llamamos a esto un milagro. Por ejemplo, el Señor sanó al rey Ezequías de una enfermedad terminal (Is 38:5) y combinó esto con el asombroso milagro de hacer “retroceder diez grados la sombra que había descendido [el reloj de sol de Ajaz]” (Is 38:8).
   Ya que los milagros se derivan de la naturaleza infinita de Dios, son necesariamente muy importantes en el plan de salvación de Dios. Por ejemplo, el cristianismo se basa en el asombroso milagro de la Encarnación. Los milagros siempre han sido un signo del reino de Dios (Lc 11:20). La salvación de todo el mundo por la muerte de Jesús en la cruz y su resurrección de entre los muertos es el milagro de los milagros. Pentecostés, el cumpleaños de la Iglesia, fue otro milagro. La iglesia comenzó con milagros.  Todo sacramento es un milagro. El mundo terminará con el milagro de la venida final de Cristo y la resurrección de los muertos.
   Ya que los milagros impregnan la vida cristiana, el diablo está utilizando nuestra sociedad humanista secular para programarnos a dudar automáticamente de todos los milagros.  Esta es una manera de robarnos nuestra fe. Por lo tanto, permanezcan en la Iglesia de Dios y en su palabra. “No amen al mundo ni las cosas mundanas” (1 Jn 2:15).

Rescripto:  Según el Código de Derecho Canónico, se otorga el Nihil Obstat (no existe impedimento para publicar) a Un Pan, Un Cuerpo por el periodo 1 de junio al 31 de julio de 2020. Otorgado el 22 de octubre de 2019. Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati

El Nihil Obstat establece que no existe impedimento para la publicación de un libro o folleto. No implica acuerdo con contenido, opiniones o afirmaciones expresadas en el mismo.