En la lectura de hoy de Isaías, Dios nos llama "gusanos" y "lombrices" (Is 41:14). En otro capítulo nos califica como “hierba” (Is 40:6).  No fue un halago, se refería a que no somos nada.  En el Evangelio de hoy, el Señor nos dice que los cristianos somos más grandes que Juan el Bautista, quien fue el hombre más grande que haya vivido en su época (Mt 11:11).  El Señor también nos llama santos, regios, sacerdotales y espléndidos (1 Pe 2:9). Somos, inclusive, hijos de Dios, templos del Espíritu y dignos de “participar de la naturaleza divina” (2 Pe 1:4).

   Por nosotros mismos no somos nada. En Jesús somos mucho más grandes y “obtenemos una amplia victoria” (Rom 8:37). En Jesús, podemos hacer cosas más grandes que las que Él hizo (Jn 14:12). Por ejemplo, por sí misma, María era una joven adolescente soltera y embarazada que había nacido en un pueblo distante llamado Nazaret.  Ella pertenecía a un pueblo oprimido, los judíos.  Sin embargo, en Jesús, María es bendita, bendecida entre todas las mujeres (Lc 1:28), inmaculadamente concebida, esposa del Espíritu, madre de Dios, madre de la Iglesia y reina en el cielo y la tierra. En Jesús, María hizo cosas más grandes aún que las que hizo su Hijo (Jn 14:12) cuando se apareció cerca de la ciudad de México en 1531.  El Señor la usó para que, en siete años, llevar a los pies de Jesús a ocho millones de personas para derribar las fortalezas del maligno (2 Co 10:4) y convertir a muchos millones más hasta el día de hoy.

Rescripto:  Según el Código de Derecho Canónico, se otorga el Nihil Obstat (no existe impedimento para publicar) a Un Pan, Un Cuerpo por el periodo 1 de diciembre de 2020 al 31 de enero de 2021. Otorgado el 29 de abril de 2020. Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati

El Nihil Obstat establece que no existe impedimento para la publicación de un libro o folleto. No implica acuerdo con contenido, opiniones o afirmaciones expresadas en el mismo.