nacidos para alabar
“En Él hemos sido constituidos herederos, y destinados de antemano, a ser aquellos que han puesto su esperanza en Cristo, para alabanza de Su gloria” (Efesios 1:11-12).
Estamos hechos para alabar a Dios. Nuestras voces son para cantar. Nuestras manos, ojos y corazones están hechos a la perfección para ser elevados al Señor. Con nuestros pies podemos bailar ante el Señor (2 Sm 6:14). Todos nuestros cuerpos pueden “ofrecerse como una víctima viva, santa y agradable a Dios: este es el culto espiritual” (Rom 12:1). Nuestras mentes y emociones pueden ser entrenadas e inspiradas para hacer música al Señor y articular nuestro amor en palabras para Él.
Nacemos para alabar al Señor, o más precisamente, renacemos para alabarlo. Casi todas nuestras actividades pasarán. Pronto no estaremos predicando, enseñando, sanando, trabajando y sufriendo. Sin embargo, siempre estaremos alabando. La alabanza es la actividad eterna.
Así que no tengas miedo de alabarlo. “No hay nada oculto que no deba ser revelado, ni nada secreto que no deba ser conocido. Por eso, todo lo que ustedes han dicho en la oscuridad, será escuchado en pleno día; y lo que han hablado al oído, en las habitaciones más ocultas, será proclamado desde lo alto de las casas” (Lc 12:2-3). Las obras silenciosas y ocultas de Dios serán proclamadas. Tú serás quien las proclame.
Al final, cada rodilla se doblará, y cada lengua proclamará que Jesucristo es Señor (Fil 2:10-11). Entonces, ¿por qué esperar? Alabadle ahora. Haz que el elogio sea tu prioridad. ¿No es eso de lo que se trata la vida y la vida eterna? El Señor es digno de ser alabado (Ap 5:12). El viejo himno espiritual dice: "No sé lo que viniste a hacer, pero yo vine para alabar al Señor".
Oración: Por el poder del Espíritu, que bendiga al Señor en todo momento; que Su alabanza esté siempre en mi boca (Sal 34:2).
Promesa: “Ustedes tienen contados todos sus cabellos: no teman, porque valen más que muchos pájaros” (Lc 12:7).
Alabanza: Como duquesa de Silesia (ahora Polonia), santa Eduviges nunca dejó que los adornos de la nobleza afectaran su piedad. A través de su fortaleza amable, ejerció mucha influencia sobre los asuntos seculares.
Referencia:
Rescripto: Según el Código de Derecho Canónico, se otorga el Nihil Obstat (no existe impedimento para publicar) a Un Pan, Un Cuerpo por el periodo 1 de octubre al 30 de noviembre de 2020. Otorgado el 1 de abril de 2020. Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati
El Nihil Obstat establece que no existe impedimento para la publicación de un libro o folleto. No implica acuerdo con contenido, opiniones o afirmaciones expresadas en el mismo.