vive con el espíritu — no temas
"Cuando venga el Paráclito que Yo les enviaré desde el Padre, el Espíritu de la Verdad que proviene del Padre, Él dará testimonio de Mí" (Juan 15:26).
El Espíritu Santo da testimonio en nombre de Jesús, y aquellos que viven en el Espíritu deben "dar testimonio" (ver Jn 15:27). Dar testimonio de Jesús resucitado está más allá del poder humano. Es por eso que los testigos de Jesús deben recibir el poder del Espíritu Santo (Hch 1:8).
Es a la vez liberador y temeroso hacer algo más allá de nuestros poderes humanos. Por ejemplo, si Jesús te diera el poder para caminar sobre el agua, ¿te daría miedo dar los primeros pasos? (ver Mt 14:28-31) La vida en el Espíritu es, por definición, está más allá de nuestro entendimiento y de alguna manera, más allá de nuestro control. Esto puede ser un problema para quienes basan su seguridad en controlar algunas de las circunstancias de la vida. El Espíritu Santo nos da las ocasiones para sentir miedo y la fe para vencerlos.
Además, si los testigos de Jesús están luchando con la dinámica de testificar en el Espíritu Santo, imagina cuán amenazados estarán los mundanos ante el Espíritu Santo, que les demuestra que están equivocados (Jn 16:8). Es fácil ver por qué la palabra griega traducida como "testigo" también puede traducirse como "mártir". Entonces, aunque los testigos de Jesús no temen al Espíritu Santo, están fuertemente tentados a temer al mundo y su miedo al Espíritu.
No temas al Espíritu Santo. No temas a los temerosos. Sé testigo de Jesús, "Porque el Espíritu que Dios nos ha dado no es un espíritu de temor, sino de fortaleza, de amor y de sobriedad" (2 Tim 1:7). ¡Ven, Espíritu Santo!
Oración: Padre, que el amor en el Espíritu no deje lugar al miedo en mi vida (ver 1 Jn 4:18).
Promesa: "El Señor le tocó el corazón" (Hch 16:14).
Alabanza: San Agustín de Canterbury plantó la semilla de la fe entre los ingleses. Convirtió a muchos en Inglaterra a la fe trabajando por medio de señales y maravillas milagrosas en el nombre de Jesús.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 23 de enero de 2019
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