"la misericordia se ríe del juicio" (stg 2:13)
"Perdona nuestros pecados, a causa de tu Nombre" (Salmos 79:9).
El profeta Ezequiel explica que Dios liberó a Su pueblo pecador para sostener la grandeza de Su propio nombre en todas las naciones (Ez 36:22). Era importante para el Señor que no fuera considerado por los paganos como un Dios voluble que prometía ser Dios de Su pueblo, pero luego los abandonaba cuando se desviaban de Él.
La justicia está del lado de Dios (ver Dn 9:7); aún más que ser justo, Dios es compasivo y misericordioso (Dn 9:9, Sal 103:8; Ex 34:6). El Papa Emérito Benedicto XVI incluso hizo la asombrosa observación de que "El amor apasionado de Dios por Su pueblo, por el hombre, es…tan grande que pone a Dios contra Sí Mismo, Su amor contra Su justicia" (Dios Es Amor, 10).
Cuando nos entregamos a Dios y hacemos un convenio con Él en el Bautismo, estamos protegidos porque ahora estamos asociados con el Santo Nombre de Dios. Estamos sellados con Su imagen y Su nombre. Somos suyos. Como cuando un padre defiende a su hijo, así Dios lucha por Sus hijos, incluso si Él "vuelve…Su amor contra Su justicia" por nosotros.
Por lo tanto, amados hijos, vivan en santidad y obediencia, para que Dios ya no se vuelva contra Sí Mismo por nosotros.
Oración: Padre, Hijo y Espíritu Santo, ¿cómo puedo agradecerte lo suficiente por contener tus justos castigos contra mí, y en cambio prodigarme con Tu amor misericordioso? Pasaré el resto de mi vida sirviéndote con alegría (Sal 100:2).
Promesa: "Perdonen y serán perdonados" (Lc 6:37).
Alabanza: San Cirilo regresó después del exilio para aceptar formalmente el Credo de Nicea.
Referencia: (Esta enseñanza fue presentada por un miembro del equipo editorial).
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 16 de julio de 2018
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