¿paralizado?
"Jesús dijo al hombre de la mano paralizada: 'Ven y colócate aquí delante'" (Marcos 3:3).
¿Alguna parte de tu vida está encogida, marchita, atrofiada? ¿Usas el poder otorgado por el Bautismo para evangelizar, sanar, liberar y alimentar a las masas heridas y hambrientas? ¿Estás ejercitando tus músculos espirituales, o están atrofiados por falta de uso? Jesús quiere sanarte. Él quiere que cada parte de Su cuerpo y de nuestro cuerpo y espíritu funcione.
Tal vez tu capacidad de producir hijos se atrofia por medio del efecto abrumador de la anticoncepción artificial, esterilización o aborto. Jesús quiere que cada parte de tu cuerpo funcione para que cada parte de Su cuerpo también funcione. Jesús te llama para que vengas a Él y te pongas de pie frente a Él (Mc 3:3). Él planea deshacer la marchitez y el encogimiento, y usar tu sistema reproductivo como Él quiere.
Muchas otras personas paralizadas, e incluso Satanás mismo, no te quieren ver sanado. Sin embargo, por fe en Jesús, "extiende tu mano" (Mc 3:5). Pon toda tu vida, incluso las partes arruinadas de tu vida, en manos de Jesús. "Él la extendió y su mano quedó curada" (Mc 3:5).
Oración: Padre, endereza toda parte de mi vida.
Promesa: "Jesús dijo al hombre: 'Extiende tu mano'. Él la extendió y su mano quedó curada" (Mc 3:5).
Alabanza: Santa Mariana pasó gran parte de su vida promoviendo el amor de Dios y curando a los leprosos en la isla de Molokai, Hawai.
Referencia: (Esta enseñanza fue presentada por un miembro del equipo editorial).
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 1 de junio de 2018
El Nihil Obstat establece que no existe impedimento para la publicación de un libro o folleto. No implica acuerdo con contenido, opiniones o afirmaciones expresadas en el mismo.