la profecía que es el objetivo de la vida
"Los rociaré con agua pura" (Ezequiel 36:25).
El Señor prometió por medio del profeta Ezequiel: "Los rociaré con agua pura, y ustedes quedarán purificados. Los purificaré de todas sus impurezas y de todos sus ídolos" (Ez 36:25). El Señor nos prometió una purificación total mucho más allá de cualquier purificación jamás intentada. Esta purificación será parte de un cambio de nuestra naturaleza. Podemos nacer de nuevo, engendrados desde lo alto (ver Jn 3:3, 5). El Señor prometió: "Les daré un corazón nuevo y pondré en ustedes un espíritu nuevo: les arrancaré de su cuerpo el corazón de piedra y les daré un corazón de carne" (Ez 36:26). Nuestra nueva naturaleza no solo será nueva, sino que nos haremos partícipes de la naturaleza divina (2 Pe 1:4). El Señor entonces sugirió que Él viviría dentro de nosotros. Él prometió: "Infundiré mi espíritu en ustedes y haré que sigan mis preceptos" (Ez 36:27). Mediante nuestro Bautismo, viviremos en la Santísima Trinidad y la Trinidad vivirá en nosotros (ver Jn 17:23).
El propósito de la vida es recibir el cumplimiento de la profecía de Ezequiel en la primera lectura eucarística de hoy. El propósito de la vida es recibir una nueva naturaleza, nacer de nuevo por el Bautismo en Jesús, y vivir ese Bautismo en compromiso total con Jesús.
Demos gracias siempre al Señor por el nuevo nacimiento en el Bautismo y la vida de fe y fidelidad al Señor. Amemos a la gente lo suficiente para hablarle al mayor número de personas sobre el propósito de la vida. "Bendito sea Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, que en su gran misericordia, nos hizo renacer" (1 Pe 1:3).
Oración: Padre, envíame el Espíritu Santo para que me enseñe la novedad radical de mi vida bautizada en Jesús (ver los Miembros Laicos del Pueblo Fiel de Cristo, el Papa san Juan Pablo II, 10).
Promesa: "Porque muchos son llamados, pero pocos son elegidos" (Mt 22:14).
Alabanza: Santa Rosa tomó un voto de virginidad y practicó formas de penitencia en un intento por reparar el pecado generalizado y la corrupción.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 19 de enero de 2018
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