crece
"Así, las Iglesias se consolidaban en la fe, y su número crecía día tras día" (Hechos 16:5).
El Señor está muy interesado en el crecimiento de los individuos y las congregaciones. Se deleita en nuestro crecimiento tal como un padre se deleita en el primer paso o primera palabra de su hijo. El Señor quiere que las congregaciones crezcan tanto en fe como en números (ver Hch 16:5). Crecer en calidad y cantidad no representa dos tipos separados de crecimiento, sino que eventualmente van juntos. Si realmente tenemos una fe sólida, seremos más fuertes en evangelizar y guiar a muchos a Cristo.
El Señor quiere que cada cristiano y cada congregación cristiana crezca en madurez, sabiduría y gracia, como Él lo hizo (ver Lc 2:40, 52). Él nos ordena: "Deseen la leche pura de la Palabra, que los haré crecer para la salvación" (1 Pe 2:2). Así que "viviendo en la verdad y en el amor, crezcamos plenamente, unidos a Cristo. Él es la Cabeza, y de Él, todo el Cuerpo recibe unidad y cohesión" (Ef 4:15-16).
La segunda carta de Pedro es posiblemente el último libro de la Biblia cronológicamente. En el último versículo del último capítulo de lo que puede ser el último libro de dos mil años de revelación divina escrita, el Señor nos manda: "Crezcan en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. ¡A Él sea la gloria, ahora y en la eternidad!" (2 Pe 3:18) Su última palabra es "Crezcan".
Oración: Padre, que en estas dos últimas semanas de la Pascua pueda crecer a pasos gigantescos.
Promesa: "Reconozcan que el Señor es Dios: Él nos hizo y a Él pertenecemos" (Sal 100:3).
Alabanza: Laura y sus hijos oran diariamente por el fin del aborto.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 11 de octubre de 2017.
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