obrero católico
"¿No es este el hijo del carpintero?" (Mateo 13:5).
El Papa Pío XII instituyó la fiesta de San José Obrero para competir con las celebraciones del Día de Mayo en los países comunistas. Tenemos al carpintero poco conocido de Nazaret (ver Mt 13:55) enfrentado contra el Goliat del comunismo ateo multinacional. Durante muchos años, en este día, los comunistas desfilaron con sus ejércitos, misiles, tanques y cañones, mientras que José nos llamó a hacer las tareas manuales de la vida cotidiana con todo nuestro ser y "en nombre del Señor Jesús" (Col 3:17). Por supuesto, los comunistas y los capitalistas ignoraron en gran medida a José y a sus pequeños obreros, notándolos lo suficiente como para reírse de ellos. Sin embargo, en el nombre de su hijo adoptivo Jesús, José y sus trabajadores han prevalecido sobre el comunismo soviético. Ellos, con el tiempo, también llegarán al comunismo chino y al capitalismo desenfrenado, porque toda rodilla se doblará (Is 4:23).
Tu puedes ser uno de los obreros de San José y parecer un tonto (ver 1 Co 4:10), o puedes trabajar para ti mismo en lugar de para el Señor y en realidad ser un tonto (ver Lc 12:20). "Trabajen, no por el alimento perecedero, sino por el que permanece hasta la Vida eterna, el que les dará el Hijo del hombre" (Jn 6:27). "Ustedes sirven a Cristo, el Señor" (Col 3:24).
Oración: Padre, que mi manera de trabajar sea tan radicalmente diferente que provoque preguntas de los no cristianos.
Promesa: "Tu reino es un reino eterno, y tu dominio permanece para siempre" (Sal 145:13).
Alabanza: San José "hizo lo que el Angel del Señor le había ordenado" (Mt 1:24).
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 11 de octubre de 2017.
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