alcanzando el próximo grado de humildad
"El que se ensalza será humillado, y el que se humilla será ensalzado" (Mateo 23:12).
Jesús es manso y humilde de corazón (Mt 11:29). Se humilló hasta la muerte en la cruz (Fil 2:8). Él nos manda aprender la humildad de Él (Mt 11:29). Esta Cuaresma, nos llama a abrir nuevos caminos en la humildad - para ser más humildes de lo que hemos sido antes.
Crece en humildad al:
- someterte a la autoridad de líderes hasta los hipócritas (véase Mt 23:3),
- admitir que puedes estar cargando injustamente a otros (véase Mt 23:4),
- hacer más de tus buenas acciones anónimamente (ver Mt 6:3 y 23:5),
- tomar el lugar más bajo con mayor frecuencia (ver Lc 14:10 y Mt 23:6), y
- usar más tu palabra para levantar a otros que para exaltarte a ti mismo (vea Mt 23:7ss).
Después de estos actos de humildad, puedes lavar los pies de otros (Jn 13:4-5), presentar tu otra mejilla después de ser ofendido (Mt 5:39), perdonar y amar a tus enemigos (Lc 6:27), negarte, y cargar tu cruz diariamente (Lc 9:23). ¡Hay centenares de maneras de crecer en humildad! Esta Cuaresma, sé más humilde que nunca y más parecido a Jesús.
Oración: Padre, este próximo mes haz un milagro de humildad en mí.
Promesa: "Vengan, y discutamos –dice el Señor– Aunque sus pecado sean como la escarlata, se volverán blancos como la nieve" (Is 1:18).
Alabanza: Mateo lee a menudo las Escrituras para llenar su mente con las cosas que "hagan bien a aquellos que las escuchan" (Ef 4:29, véase también Fil 4:8).
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 29 de noviembre de 2017.
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